Crónica del Festival Granuja Rock

¡¡¡Vaya pedazo de dinamita garajera que ha sido el Granuja Rock Festival!!!

Hemos acabado reventados después de un sábado de acción garajera y cachondeo interrumpido. Desde que te montas en el buseto que nos llevó desde Calanda a Castelserás, con el busero dándonos cerveza fresca mientras atravesábamos atravesando una de carretera tierra. Hasta el regreso y mañaneo en Calanda, cantando el soy así de Los Salvajes, y con nuestra amiga Juncal de improvisada cocinera de una cafetería para ayudar a la camarera a prepararnos sándwiches y matar la hambruna que trajimos del granuja! Vaya risota!

Entre medias, claro está, el festival, que se celebraba en un Pabellón Municipal con un sonido bastante más que aceptable, mucho mejor por ejemplo que en dónde hacen el Purple. Desde que llegas a la cancha se palpan ya todos los condicionantes de lo que va ser una memorable noche de garaje rock desenfrenada, y que el viaje ha merecido la pena porque lo vamos a pasar como enanos, con las cervezas a un y euro y medio, muy buen rollo entre toda la banda venida de mil rincones, pero sin agobios, con los lugareños emocionados de recibir a toda la gente que fue hasta su pueblo, las mujeres nativas que llevaban la venta de tickets superamables y atentas guardándonos las parkas, la gente y los grupos con unas ganas de cachondeo tremendas y un sonido demoledor que te llenaba de power. ¡Fue un derroche de buenas vibraciones!!!

Llegamos en medio de la catarsis de puro rock que estaban montando ya en el escenario los Chicos, que dejaron el pabellón castizo en muy buen lugar, montando hasta mitin CAP y postshow en la calle. Después vinieron los holandeses The Madd, con sus trajes negros, su guitarrero, entregándose hasta tal punto a la extenuación que el cantante perdió toda la compostura mod para sacar pecho, con grandes momentos con las versiones 60s. Después llegaron The Woogles, enfundados de blusones rojos, que demostraron su veterania garajera, sus tablas y porque eran los más míticos del cartel, con un show arrollador que nos hizo pasar los mejores momentos de la noche. Si podéis, no os lo perdáis este jueves en Madrid porque son brutales.

¡Que energía positiva que transmitieron, nos pusieron la adrenalina por las nubes! Después más descontrol con los austríacos Staggers, con una gran puesta en escena y con momentos enormes. Y cerraron los daneses Defectors, simplemente acojonantes con su estética de sus cruces de hierro, con un gigantón de más de dos metros con dos cuchillos, haciendo chocar las afiladas hojas para conjugar su sonido con el guitarreo atronador. Y después, pues bailoteo a raudales hasta el amanecer con una allnighter increíble. Buenísima nuestra primera experiencia con el Granuja.

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