Primavera Sound 2013, crónicas de conciertos, en especial, Los Planetas

Ayer tratamos de resumir someramente lo que nos había parecido el Primavera Sound 2013 en términos generales. Hoy hablamos de los conciertos, comenzando por los dos de los que nos parecieron más importantes, Blur y Los Planetas. Para que no pierdan el tiempo leyendo algo que no les intersa, les adelanto que hicimos el Primavera Sound más fácil posible, salvo tres o cosas que no reseño porque no las vimos enteras, 0 riesgo. Encima, viendo la avalancha de gente, cogimos sitio en Blur y Planetas renunciando a otros conciertos por un buen sitio.

Los Planetas, Primavera, sábado 1:05
Pasaban cinco minutos de la 1 de la madrugada cuando J salió, se acercó al micrófono y dijo entre dientes: “Menudo coñazo, no tengo la más mínima gana de tocar un disco que ya no me gusta. Yo ya estoy a otras cosas con el Habichuela, y esto no me llena. Encima hace dos meses eché a Eric y como no me ha dado tiempo a darle percusión flamenca al disco, le hemos tenido que volver a llamar. Menos mal que lo ha hecho Florent. No me miréis así por lo de Eric, sabéis que no nos aguantamos desde hace años y coño, precisamente el disco que más le gusta es este. Lo hace adrede. ¿Vosotros os lleváis bien con todo el mundo? Pues eso. Pero no os preocupéis que la vida sigue, hay Planetas para rato y Eric puede tocar con Fangoria. Curro no le va a faltar. Por cierto, Florent también ha echado al bajista y no decís nada. En fin, empezamos. Lo voy a tocar de corrido sin bises ni ostias y luego todos a tomar por culo a My Bloody Valentine.”

Blur, Heineken, viernes 1:45
Hay cierta polémica sobre si el concierto de Blur fue malo o bueno. En mi opinión fue un rotundo conciertazo. Cinco o diez minutos después de terminar el show, la mitad del público ni se había movido del escenario, algunos hablaban, otros se abrazaban y en general se respiraba cierto ambiente eléctrico, el que solo dejan los grandes acotencimientos. Vale, es verdad que han pasado demasiados años desde su mejor momento y que mi entusiasmo es provocado por cierto síndrome de Peter Pan, pero es indudable que la colección de temazos fue irrebatible. Comenzaron nada más y nada menos que con “Girls & Boys”, para después ir alternando hits con medios tiempos. Pero daba igual lo que tocaran, que público lo recibía entusiasmado. Se bailaban “Parklife” y “Country House”, pero también se cantaban a voz en grito “Beetlebum”, “Tender” (con coro del público después de terminar la canción) o “The Universal”. Damon jaleaba al respetable interpretándose a sí mismo con 15 años menos, como una versión histriónica y algo exagerada de su yo en Benicassim 99. Para compensar el viaje al pasado, un coro de soul y algo de metal demostraban que los años de Gorillaz y experimentos variados, han servido para algo.

Como el concierto nos parecía importante, nos presentamos bastante pronto, así que pudimos disfrutar de la sorpresa de la noche, The Wedding Present haciendo un mini concierto improvisado (David Gedge dijó que era una sorpresa hasta para ellos) repleto de hts.

El Inquilino Comunista, Primavera, jueves 17:40
El Inquilino Comunista tuvieron la mala suerte de retirarse (no llegaron a separarse oficialmente) justo antes de la eclosión del indie en España. De haber aguantado algunos años más, quizás no estaríamos hablando solo de un grupo de culto que consiguió reunir a varios cientos de personas a primera hora del jueves, sino que hubiéramos tenido un firme candidato a los slots más privilegiados del festival. Profetas del noise en nuestro país, en su día llegaron a telonear a Pavement o Breeders, así que no podía faltar en el Primavera más noventero. Además, a pesar de su veteranía (Santi bromeaba diciendo “¿Se nos ha pasado el arroz o qué?, mantienen intacta la energía suficiente para darle el color necesario a su magnífica mezcla de ruido y melodía. Enchufadísimos desde la primera nota, su concierto fue un derroche de actitud y guitarras en el que se dieron incluso el lujo de prescindir de alguno de sus hits (“Brain’s Collapse”).

Poolside, Escenario Ray-Ban, jueves 18:30
Poolside salieron cuando el sol aún calentaba el Fórum. Menos mal, porque si hubieran tenido que tocar más tarde y a escasos 8 grados, la electrónica para desfile de modelos en California que ofrece este dúo, hubiera quedado un tanto descontextualizada frente a espectadores abrigados hasta la frente. Hedonismo sin mucho recorrido salvo que fuera rumbo a Ibiza, nos quedamos con “Next to you” como respuesta en el caso de que alguien nos pregunte por una canción perfecta para una puesta de sol.

Postal Service, Heineken, jueves 22:55
Con la calidad que tiene Give Up, el único y mítico disco de Postal Service, y lo anodino que resultó en directo. A ello también contribuyó el Escenario Heineken (por lo menos su parte izquierda, porque he oído de todo), cicatero en cuanto a volumen y a ratos una auténtica bola de sonido. Tampoco estuvo muy fino Ben Gibbard, más pendiente de contonearse y jugar a Pimpinela con Jenny Lewis (por cierto, menuda obsesión del realizador con enfocarle las tetas), que de imprimir un poco de alma en las canciones. A pesar de todo, “Nothing better“, “Silhouettes” y sobre todo “Such great heights”, son canciones de tal tamaño que son capaces por sí mismas de deshacer cualquier entuerto.

Phoenix, Heineken, jueves 1:40
M83 lleva algo más de un año encaramado al trono del indie bailable, pero que no se despisten porque Phoenix les siguen la pista como una auténtica bala. La última vez que vi a estos franceses fue también un jueves del Primavera, pero en aquella ocasión tocaron en un medio vacío Ray-Ban. En tres años y dos discos se han convertido por derecho propio en un grupo de masas, pero sin perder casi nada de encanto. Elegantes y resultones en cuanto a música y puesta en escena, comenzaron dejando claro sus intenciones festivas. “Entertainment” y “Lizstomania” supusieron un arranque vertiginoso, que dio paso a una fase de medios tiempos más contenida y centrada en su nuevo disco. Cuando aquello amenazaba con alargarse demasiado y apagar el ambiente que habían conseguido en el arranque, hicieron las delicias del público machacando con una sucesión de hits (sobre todo “1901”), aderezados de trucos variados: cañones de confeti, Thomas Mars apareciendo en mitad de los espectadores, J Mascis de Dinosaur Jr. tocando la guitarra… La próxima vez que les vea, me temo que será en el Palacio de los Deportes o en el Palau Sant Jordi.

The Breeders, Primavera, viernes 21:30

Yo de más joven era un fan irredento de Pixies que vivió su separación como un divorcio. ¿La culpable? Evidentemente, Kim Deal. Por eso nunca sentí especial predilección especial por las Breeeders, aunque hay que reconocer que era mucho más apetecible escuchar en directo el Last Splash tocado con su formación original, que cualquiera de los discos en solitario de Frank Black. Aunque la tónica general fue bastante anodina porque Kim no está ni estuvo nunca para papeles protagonistas, disfruté como un enano la tripe corona del disco “Cannonball”, “No Aloha”, “Divine Hammer”, y el remate de los Beatles “Happiness is a Warm Gun”.

The Jesus & Mary Chain, Heineken, viernes 23:00
En dura competencia con J de Los Planetas, The Jesus & Mary Chain se propusieron dar el mejor concierto posible con el mínimo esfuerzo. Para jugar en esta liga, son condiciones imprescindibles canciones soberbias y una ejecución impecable. Los hermanos Reid cumplen ambas con creces. Afortunadamente solvente en cuanto a sonido, el concierto fue un continuo contraste entre el hieratismo del escenario y la expresa felicidad de un público encantado de escuchar en directo la historia viva del ruido y la melodía, “Head on”, “Just Like Honey”…


Dexys, Rockdelux, sábado 21:00

No sé si el concierto de Dexys fue el mejor del Primavera Sound 2013, pero seguro que fue de los más especiales. Después de una vida un tanto agitada, Kevin Rowland lleva unos años purgando su pasado. Así que su último disco One day I’m going to soar (BMG, 2012), es un duro ejercicio de romanticismo y sinceridad hilvanado de pop y soul. El Auditori parecía el escenario perfecto, teniendo en cuenta además que la puesta en escena de Dexys no se limita a la música, sino que interpretan una pequeña performance teatral en cada canción. El resultado no pudo ser mejor. Dos horas increíbles de brillante mezcla de sentimientos, música y arte escénico que serán difíciles de olvidar.

Hidrogenesse, Vice, sábado 21:55
Hidrogenesse ofrecieron en el Primavera un espectáculo muy parecido al de la gira de su último disco, Un dígito binario dudoso (Austrohúngaro, 2012), en el que mezclan canciones nuevas y antiguas, interpretadas todas ellas bajo el patrón que marca su último trabajo. Puro surrealismo y excentricidad, el concierto de Genís y Carlos fue una autoversión repleta de humor que con el público completamente entregado se convirtió en una auténtica celebración.

Camera Obscura, sábado 23:30
La alternativa al inmenso Nick Cave pasaba por Escocia y otro ejemplo más de la fecundidad que en cuanto a canciones pop ofrece el norte de Britania. Camera Obscura, habituales del festival, aprovecharon para estrenar su próximo disco Desire Lines (4AD, junio 2013), cuyas melodías no desmerecen el altísimo nivel habitual del grupo. El mejor ejemplo posible de la belleza de la sencillez, los de Glasgow ofrecieron una alternativa redonda para quien no se atreviera a enfrentarse a la oscuridad del Escenario Heineken, en un concierto donde no hubo sorpresas y como siempre destacaron las deliciosas “Lloyd, I’m Ready To Be Heartbroken” y “Frech Navy”.

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