En el VIII “Beat goes on”

Antes de salir de Madrid hacia Asturias, nos llegaba un contratiempo porque los conciertos que la banda inglesa The Higher State tenía programados en Madrid (viernes 3) y Avilés (sábado 4) se suspendían por la cancelación de su vuelo desde Gatwick por temporal, por lo que nos quedábamos sin uno de los alicientes del Beat y con las ganas de confirmar las buenas críticas que teníamos de este grupo, del que nos dicen que parece surgido de la California de mediados de los años 60, con sus sonidos garageros, psicodelía y folk rock. Otra vez será.

Nada más llegar a Avilés nos enteramos por la radio del coche del estado de alarma decretado por la inesperada huelga de controladores, la cual afectaría a vuelos de algunos de los principales pinchadiscos anunciado en el cartel, como los británicos Rob Bailey y Callum Simpson, y también a nivel nacional, al Sr. Patilla (Valencia). Al quite fue fundamental para el éxito que tuvieron las allnighters que Sebas, uno de los mejores pinchadiscos de la escena mod, se trajera su maletín en el último vuelo que salió de Mallorca, pues él sólo pensaba usar sus vinilos el lunes en la maratón programada para despedir el weekend.

El “Beat Goes On” de Luanco a Avilés en esta VIII edición ha sido récord de asistencia gracias a las decenas de mods llegados desde todos los puntos del territorio nacional a este encuentro con los años 60, hecho por y para mods, que convirtieron el entorno del puerto de Avilés en una marea de parkas verdes. El “BGO” transcurrió en un ambiente familiar y diversión total, tanto en las sidrerías “Alvarín” y “Moisés”, como en los lugares de acción, al conocerse entre sí el 90 % de sus asistentes por ser habituales en estos eventos underground, y en dónde se llega a disfrutar momentos de jolgorio en camaradería cómo si fuera a ser los últimos de nuestra vida.

La Discoteca Paradis de Avilés iba a ser durante el viernes, sábado y domingo el escenario que iba a dar cobijo a los conciertos e interminables allnighters, siendo The Excitements los encargados de calentar el inicial ambiente frío con su propuesta musical anclada en raíces originales del R&B y el Soul, con su frontman de ébano, la cantante Cakau, que derrochó energía soul con su cálida y sensual voz, consiguiendo con sus guiños y su imparable ritmo la complicidad y contagiar al público que empezaba a mover el esqueleto. Cakau estuvo muy bien escoltada por de las secciones de guitarras y viento en la coreografía de esta excelente banda, haciéndonos desde el primer momento olvidar los problemas cotidianos con temas como teardrops on my pillow, i´m gonna make you eat those words, from now on, you´d better stop.

Las allnighters, como se esperaba, fueron el verdadero plato fuerte de este weekend, que finalmente quedaron a cargo de titulares en el cártel como Jandro (Oviedo), Borja y Félix (Gijón), Begoña (Madrid), Alex (León), Igu (Bilbao), Eze (Sevilla) más los “últimos fichajes” de Cheto, Gonzalo y Gerardo (León) más Sebas (Mallorca) que nos ametrallaron a los bailones desde la cima en la que estaba situada la cabina, combinando ráfagas continuas y sin piedad de sonidos blancos y negros para hacernos mover los pies y caderas en la amplia pista de madera de la que disponíamos, hasta que algunos terminamos literalmente enjaulados dentro de la locura colectiva que se llegó a vivir. Dos puntos positivos para el personal fueron, por una parte el buen sonido que ofreció la Sala, tanto en conciertos como allnighters, y por otro, que dispuso de tercios Mahou hasta que se agotaron el domingo y que no hubo vasos de plásticos para refrescos o combinados.

Destacar del sábado la buena sensación que nos causó por su atmósfera british el pub Jazzville, que sirvió de punto de reunión después de homenajes gastronómicos y cafés, para desarrollar las “Alldayers” envueltas con películas de culto de los sesenta y junto a la vistosa exposición “EXTRA. EXTRA, READ ALL ABOUT IT. Prensa Beat en los años 60”. Como no hubo tiempo para un grupo substituto de The Higher State, por lo que la organización decidió rebajar el precio de la entrada y alargar las allnighters.

El domingo fue toda una experiencia disfrutar de una clase de maestría y elegancia a cargo de The James Taylor Quartet, banda de culto británica liderada por el organista, compositor y arreglista James Taylor, referente internacional del sonido Acid Jazz, con más de treinta álbumes discografía –obras maestras varios de ellos- desde ése primero de 1986, Mission Impossible, favorito de los mods, hasta su último trabajo del año pasado New World. James demostró ser un genio, un jefazo en el dominio del hammond, dándolo todo y sudando la camiseta, metiéndose al público en el bolsillo de su chaqueta con sus envolventes instrumentales pletóricas de estilo Jazz-Funk, Soul con atmósfera de las BSO de espías, con temas de su repertorio como blow up, love will keep us togheter, free your mind, wait a minute, stasky & hutch aunque eche de menos el tema de Austin Powers. Después del concierto, más allnighter, hasta que el mojo aguanto, agotándose las existencias de Mahou, evidencia del éxito que fue este nuevo encuentro en tierras asturianas, dónde vivimos varios momentos épicos que quedaron en la retina como Sebas saliendo a hombros a las nueve de la mañana de la Paradis, la improvisada conga a ritmo de “Vaya Matu, Vaya Matu oeoeoe” más el asalto “A las jaulas!!!!!”.

Los sobrevivientes, que no fue mi caso, aún pudieron continuar la fiesta el lunes en la maratón programada para despedir el weekend, pinchando en el Jazzville Abel, Gonzalo, Igu, Gerardo, Alexandre, Rodolfo, Dani Lambert y Alba Morán. ¡Que siga el ritmo!

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