Crónica del concierto de La Bien Querida en la Aste Nagusia de Bilbao @labienquerida #astenagusia

Segunda vez que vemos a La Bien Querida este verano, y de nuevo en el marco de unas fiestas populares, esta vez en Bilbao y en pleno Abandoibarra como telorenos, nada más y nada menos, que de Danza Invisible. La primera vez fue en San Antonio de la Florida, un barrio de Madrid que ofrece un cartel musical festivo más interesante que la capital oficiosa del norte de España (y no hablemos ya de Donosti, que es otra liga).

Ana Fernández-Villaverde, que tocaba en casa (aunque creo que es de Gernika), se mostró ilusionada y muy seria, dedicando un concierto impecable a repasar Romancero, su único disco hasta el momento. Diluidas entre las canciones del mejor disco del 2009 para Rockdelux, sonó algún tema nuevo muy en la línea, por lo menos en directo, que el resto de canciones ya conocidas.

Para el cierre, la inevitable e imprescindible “De momento abril”, dedicada a Daniela, una niña que sale en el vídeo y que veía el concierto desde primera fila en brazos de su padre, presentada a ritmo de palmas (si no llegamos a estar debajo del Guggenheim aquello hubiera parecido Jerez), y finalizada de forma abrupta en pleno crescendo ruidista por David Rodríguez que tiró la guitarra al suelo ante la sorpresa del público y la estupefacción de sus compañeros. Durante el concierto se había motrado bastante cicunspecto y sólo había abierto la boca para decir “Ah, así que esto es Bilbao”.

Tras una pequeña pausa, Ana volvió al escenario para tocar en solitario y acústico una canción preciosa que presentó con tanta timidez como brillo.

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